Si pudieramos partir por algo, quizás debamos preguntarnos qué significa la palabra “empoderarse” y con ello, cómo las farmacias y las comunidades locales dan cabida a la palabra. La definición según la Real academia española corresponde a la siguiente: Extracto:

"conceder poder para que, mediante su autogestión, mejore sus condiciones de vida".

Si pensamos en el poder como la energía que impulsa a las farmacias y con ella a la comunidad local, deberíamos reflexionar sobre la manera en que al día de hoy esto se ve reflejado. Desde aquí es importante considerar que aquel poder se transforma en una acción, que, acompañada de resultados visibles se logran transmitir a su entorno. Por esto las Farmacias y en general el emprendimiento lleva consigo la transmisión de estos valores como impulsores o facilitadores de los objetivos.

Entonces, si consideramos estos facilitadores nos daremos cuenta probablemente que cada una de las decisiones que involucren esta acción impactarán positiva o negativamente al entorno. Es por eso que la educación es clave, ya que con ella podemos encontrar nuevas herramientas que permitan el empoderamiento de la comunidad. Tal y cómo es, la educación siempre está llena de desafíos, algunos más complejos que otros, nunca sencillos, ya que en su propia diversidad, podemos entender su complejidad. No obstante, cuando la educación interviene en la comunidad, podemos lograr avances significativos, prácticas positivas que lleven a resolver problemas reales y donde todos pueden participar.

La tecnología entonces con sus avances ofrecen una nueva forma de desarrollo, donde los objetivos pueden mejorar significativamente no solo la velocidad, si no también la manera en que nos relacionamos con el entorno. Dicho esto, podríamos encontrar algunas temáticas que podrían acotar de manera general algunas necesidades.

  • Información clara sobre enfermedades y su relación con el medicamento, en especial en enfermedades más complejas.
  • Capacitaciones, talleres y actividades que aborden temáticas distintas en torno al cuidado de la salud.
  • Apoyo y asesoría particular.
  • Material on line para el aprendizaje.

Si lo pensamos bien, mejorar lo que hoy disponemos como alternativas ante estas necesidades, se vuelve indispensable, ya que al ser cada una perfectamente desarrollable en un entorno digital, esta podría ofrecer distintas soluciones, sin embargo no hay que olvidar que al tratarse de una herramienta, ésta debe ser clara en sus alcances y estar conectada siempre a las necesidades de las personas, resolviendo sus malestares y garantizando el apoyo.

Lo anterior abre puertas a oportunidades de fidelización de clientes, quienes ven en este empoderamiento y cercanía un aliado. Lo esperado, es que esto ayude a obtener su preferencia, en respuesta al foco puesto en la comunidad, donde sus necesidades son conocidas y escuchadas, contrario a una tienda que no deposita su atención en ellos.

Quizás hoy lo que más importa es empezar a reflexionar sobre nuestra participación en torno a esta relación entre farmacias y el entorno local, ya que con la colaboración y participación activa de las personas, sin duda se podrán desarrollar herramientas más ajustadas a las personas.

Ver el problema desde distintos ángulos, facilita el proceso, creemos en ello.